Por : Raúl Azcunaga : Sobre tareas e ideales de la Universidad en El Salvador

 

"La Universidad y las instituciones de Educación Superior se han vuelto irrelevantes en la vida cultural que el país demanda, más allá de su labor profesionalizante."

Este año se cumplieron 184 años de fundación de la universidad en El Salvador.

La primera universidad del país fue fundada el 16 de febrero de 1841: la Universidad de El Salvador (UES), también popularmente conocida como universidad nacional. La primera universidad privada del país fue fundada por la compañía de Jesús en 1965, la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA). Ambas universidades son reconocidas en los rankings internacionales como las mejores universidades de la nación. La UES aparece como la mejor universidad de El Salvador, casi siempre, en la mayoría de estudios comparativos y con diversos parámetros de instituciones u observatorios de la educación en la región latinoamericana. Conforme a las Estadísticas de 2022 de la Dirección Nacional de Educación Superior del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (Mineducyt) existen 41 instituciones de enseñanza en este nivel educativo, que según la ley de Educación Superior (Art. 44) conforman un sistema: 24 universidades, 11 institutos especializados y seis institutos tecnológicos. No hay ninguna duda del aporte que estas instituciones dan al país, principalmente en la formación del talento humano en los distintos ámbitos que la sociedad requiere.

El modelo de universidad latinoamericana es en gran medida heredado de la universidad colonial española (en muchos aspectos de humanista y liberal a profesionalizante) y por la reforma de Córdoba (Argentina) de 1918 en aspectos políticos y administrativos.

En 2018 académicos de todo el mundo se dieron cita en la III Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe (CRES 2018) para conmemorar la reforma de Córdoba y postular a 100 años, las posibles rutas a seguir por las universidades en la región para alcanzar mejores niveles de calidad y pertinencia cultural en el contexto de inicios del siglo XXI. Los ejes temáticos tratados en esta conferencia, indican los sentidos de la discusión, en torno al propósito de repensar la universidad en la región. En la declaratoria se retoma una idea-fuerza en la región: “La educación superior es un bien público y social, un derecho humano y un deber del Estado. El conocimiento debe ser considerado un bien público social. El Estado debe regular el sistema de educación superior y debe prohibir a las instituciones de educación superior con fines de lucro” (Declaración de la CRES 2018).

La discusión en torno a la Universidad y de las instituciones de Educación Superior no existe en los ámbitos intelectuales del país con la robustez que el tema requiere, la Universidad y las instituciones de Educación Superior se han vuelto irrelevantes en la vida cultural que el país demanda, más allá de su labor profesionalizante. Y aún en esta labor no existen mecanismos institucionales (indicadores de calidad por carrera) para medir la pertinencia entre formación y contexto laboral-regional. Esto lo evidencian la saturación de profesionales graduados en áreas como educación, profesorados, derecho, administración, mercadeo, y otras, en oposición a la necesidad de especialistas en farmacéutica, especialidades médicas, áreas técnicas vinculadas a la producción, logopedia, atención a la primera infancia, inclusión y la diversidad, etc. La matricula se concentra en áreas tradicionales específicas y en detrimento de carreras vinculadas a la innovación y tecnologías como la inteligencia artificial.

La III Conferencia contextualiza y sitúa la discusión pendiente más relevante después de las conquistas de la reforma de Córdoba (autonomía, inclusión social, democratización, etc.): la Investigación científica y tecnológica y la innovación como motores del desarrollo humano, social y económico en la perspectiva del desarrollo sostenible. Y el debate de la cultura nacional, la diversidad cultural e interculturalidad, la internacionalización e integración regional, es decir, lo local y lo global (que Néstor Canclini denominó lo glocal).

Fuente : https://www.laprensagrafica.com/opinion/Sobre-tareas-e-ideales-de-la-Universidad-en-El-Salvador-20250228-0102.html?fbclid=IwY2xjawOlCUtleHRuA2FlbQIxMQBzcnRjBmFwcF9pZBAyMjIwMzkxNzg4MjAwODkyAAEeOFwN1EjwB4e6jGx29PSeR3K-VvE8HOY6-QQF6MeJEo6qzeE-G1kQyv7Skwk_aem_543P4zonN081rWbiEohTmg



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