jueves, 3 de junio de 2010

OPINION: PRIMER ANIVERSARIO GOBIERNO DE FUNES

El Turno del Ofensor (parte 1)

Por:Francisco Quintanilla

Ulises como personaje principal de una de las obras literarias clásicas de Homero, en uno de sus viajes se enfrenta a una especie de musa, de sirena, de hechicera, llamada CIRCE, que con sus cantos y encantos, encantó a sus marinos, los cuales no resistían acostarse con esta musa, pero el pago que tenían que dar, es que inmediatamente después del placer sexual, se convertían en cerdos.

Ulises en uno de sus viajes en su galeón, pidió a sus marinos que lo amarraran al mástil de su barco, para resistir a los encantos de la Circe. Esta historia mitológica, metafóricamente, nos muestra, por una parte que todo ser humano tiene sus debilidades, unos más que otros, pero también nos muestra, que ante las debilidades humanas y sobre todo en su satisfacción, se pone en cuestión los valores humanos, y sobre todo las convicciones revolucionarias.

El caso de los marinos y su debilidad ante la musa, muestra en forma actualizada la capacidad del sistema capitalista en su estado neoliberal, de debilitar y de comprar los valores y las convicciones de los más débiles o de los aparentemente fuertes ideológicamente, hasta el grado de convertirlos en cerdos, en gusanos rastreros, en aves de rapiña; el caso de Ulises nos refleja que los excepcionales, los imprescindibles, a que hace referencia el poeta Bertolh Brecht en uno de sus poemas, son lo que han sido capaces de resistir los encantos del sistema capitalista y a las trampas de los poderosos.

Los excepcionales son aquellos como lo dijo el Dr. Hillman, que poseen el poder de la integridad, que es una fuerza más potente que cualquier otro poder, porque es incondicional y opera totalmente movido desde nuestro interior. Por eso héroes como Gandhi, Martín Luther King, el Che Guevara, Farabundo Martí, Monseñor Romero, entre otros, suelen ser asesinados por los poderes oscuros del sistema cuando no puede comprarlos; los millones de dólares que les pueden poner en sus cuentas bancarias, no los encanta, no venden su dignidad, por su puesto con esto no se está diciendo, que todo imprescindible, todo excepcional tenga que ser asesinado, lo único que se está afirmando, es que la vida sin dignidad, no es vida, es esclavitud. Toda persona que no logra resistir los encantos del sistema capitalista y la de los grades capitalistas, y sobre todo si ocupa un lugar, un puesto importante en la sociedad nacional o mundial, puede llegar a tener una vida biológica, orgánicamente cómoda, pero sin dignidad, arrastrándose como gusanos ante los placeres de la vida del consumismo.

El pueblo salvadoreño, ha sido nido de excepcionales, pero también de vende patrias, ha sido nido de Ulises, pero también de simples marineros convertidos en cerdos o en gusanos.
El pueblo salvadoreño, creyó hace doce meses haber encontrado y conocido a un excepcional, a un periodista, que mostro ante las cámaras el rostro de un Ulises, pero que fuera de cámara realmente era tan sólo un simple marinero, débil, encantado por los mejores perfumes de la Circe Neoliberal; creyó en él y le entregó con su voto, no sólo su confianza, sino que también su destino.

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