Lunes, 20 de Diciembre de 2010 / 10:36 h
El rey está desnudo
La aprobación del decreto que regulará la participación de candidatos independientes en las venideras elecciones para elegir diputados, mostró y demostró quién es quién en la Asamblea Legislativa y en el país. En relación a este punto cayeron los antifaces y, como no ocurre frecuentemente, el rey apareció desnudo.
El partido FMLN es, formal y realmente, la izquierda de ARENA y el partido ARENA es formalmente la derecha del FMLN; ambos partidos constituyen la viga maestra del régimen político del país y, siendo así las cosas, no resulta nada casual que ambos se concertaran para aprobar el pliego de propuestas ofertadas por el partido FMLN.
En realidad y de cara al proceso político del país, lo que está en juego es la conquista y construcción de un nuevo Estado que sustituya al añoso Estado Oligárquico que se mantiene en pie erosionado, maltrecho pero sin ser derrumbado todavía. El progreso del país depende del establecimiento de nuevas relaciones entre la producción y la propiedad de los medios de producción, esto es válido incluso para el montaje de un capitalismo tardío en nuestro país toda vez que es esta lógica capitalista la que está siendo estremecida en todo el planeta, aun más este nuevo Estado es un requisito fundamental para avanzar en cualquier diseño de socialismo, que siendo hoy totalmente necesario en el planeta y en nuestro país ha de ser dotado de las características y recursos de nuestra propia realidad.
Un nuevo Estado requiere, entre otras cosas, de una Nueva Democracia y por eso el proceso político exige una democratización de la democracia y la sustitución de la democracia representativa mandatada por la constitución. Este proceso requiere de formas democráticas participativas que han de partir de la propia democracia representativa y sin negarla, han de asegurar que las decisiones estatales que se tomen cuenten con la participación del pueblo y también de la población, estas son formas participativas de democracia y más adelante supondrán figuras como el plebiscito y el referéndum que no existen actualmente en el país, excepto el planteado por el inciso final del art. 89 de la Constitución de la República.
La sentencia de la Sala de lo Constitucional abriendo el camino a las candidaturas independientes no constituye ni un golpe a la democracia representativa ni un ataque a los partidos políticos porque ambos tienen existencia constitucional; más bien se trata de movimientos en las reglas del juego que vienen a oxigenar, a introducir sangre nueva al mismo juego democrático sin que éste cambie, pero sí los fundamentos de las reglas con que se juega el juego.
La cúpula del partido FMLN es la que más teme a las organizaciones sociales, a los sindicatos, a las organizaciones comunales y parece que tienen abundantes razones para ese temor porque recién acaban de descabezar un sindicato que se estaba formando en la Asamblea Legislativa con militantes de ese partido, recién acaban de eliminar de su interno padrón electoral a decenas de miles de afiliados y recién acaban de asegurar cambios en su cúpula sin que hayan cambios. Toda esta conducta produce un inevitable escalofrío ante cualquier fenómeno que huela o que parezca o aparezca como saliendo de la gente de carne y hueso, la que hace política aun sin saberlo porque esta gente puede enfrentar a los que llaman política a los negocios.
Lo anterior explica la propuesta de regulación de candidaturas independientes presentada por el FMLN así como su perversidad, su miedo galopante y su subterráneo aunque evidente afán de impedir, a toda costa, que haya candidaturas independientes fuera de las coyundas de los marcos partidarios.
Estos dos partidos colusionados, ARENA y FMLN, están defendiendo en su calidad de partidos gobernantes el botín de la administración de la cosa pública porque a ambos los inunda el temor a la gente; por eso coinciden en imponer a las candidaturas independientes requisitos mayores que los exigidos a los mismos partidos políticos, tal como exigir una fianza que cubra la mitad del presupuesto de la campaña electoral, someter los grupos de apoyo a un acta notarial y, en el colmo de la perversidad, determinar que los sobrantes financieros de la campaña de los candidatos independientes se destinen a financiar a los partidos políticos, además se pide programas políticos pero se niega al movimiento popular participación en los beneficios de la deuda estatal y también participación en los organismos electorales que supervisan el proceso, así mismo prohiben que, antiguos miembros de los partidos puedan ser candidatos independientes y, disposición por disposición, todas chorrean miedo a un pueblo haciendo política y descubriendo que así como en el cuento, el rey está desnudo y no disfrazado de estar desnudo, esto quiere decir que el pueblo está entendiendo que un partido político es de izquierda no por lo que dice ni por lo que dice la derecha de él sino por lo que hace y el partido FMLN, en un largo proceso de derechización de su cúpula, ha llegado a un momento cumbre en donde aparece desnudo como el rey del cuento junto a ARENA en un tema estructural, en el que el pueblo tiene posibilidades de decidir y de cambiar el desempeño de órganos como la Asamblea Legislativa, llevando compromisos reales, valentía, honradez intelectual y prestigio a las instituciones que como la Asamblea Legislativa, carecen de autoridad ante el pueblo. La coyuntura política apenas empieza porque el decreto que saldrá de la Asamblea ha de pasar por el trapiche de Casa Presidencial y, probablemente por las ruedas de la Corte Suprema de Justicia. La pelea continúa.
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