TRISTEZA Y VERGÜENZA UNIVERSITARIA (SEGUNDA ENTREGA)
Por: Francisco Quintanilla
Toda reforma educativa impulsada en países pobres como el nuestro, pasa por la venia de estructuras transnacionales tales como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), quienes son las que han “financiado solidariamente” tales proyectos. Este financiamiento no es un cheque en blanco ni económico ni mucho menos político, siempre estas estructuras esperan recibir mucho a cambio; mucho que desde la aprobación del préstamo ya viene impuesto lo que ellas esperan.
En otras palabras estas instituciones transnacionales dictan a nuestros países qué deben hacer con el sistema educativo, cómo deben hacer los cambios y en qué dirección deben hacerlos; nuestros sistemas educativos se vuelven laboratorios de experimentación y nuestros educandos en conejillos de experimentación ante los designios de estos monstruos transnacionales.
Los resultados de la reforma educativo de 1995 comenzaron a hacer sus estragos a dos o tres años de iniciada su implementación. Estos estragos profundamente dañinos para el futuro de nuestro país derivan de las líneas administrativas por una parte y filosóficas por otra del currículo de esta reforma educativa.
Dentro de estas líneas se encuentra que ningún educando de primer a tercer grado debería quedar reprobado, aunque no domine las habilidades básicas, como son la lectoescritura y la de las operaciones aritméticas básicas; de cuarto grado hasta bachillerato esta línea adquiere un distinto maquillaje pero con el mismo rostro, un estudiante puede quedar reprobado, pero el educador está en la obligación, al terminar el año escolar darle cursos de refuerzo para que en última instancie termine aprobando. Ante esto último la pregunta básica que se hace el docente es ¿si vale la pena dar estos cursos de refuerzo si por una parte el estudiante terminará pasando y si por otra su sueldo como docente sigue siendo pírrico aunque haga más trabajo?; en vista de este dilema los docentes terminan aprobando al educando aunque no haya dominado las habilidades necesarias para aprobar el curso o el año.
Pero aparte del dilema anterior con que se enfrentan los educadores en El Salvador, es que ellos saben que si se atreven a dictaminar que un determinado educando no está apto para ascender al grado inmediato superior, al día siguiente el padre de familia de ese estudiante, por lo menos le está reclamando a gritos de por qué le “dejo aplazado” al muchacho, o quiere golpear al profesor, demandarlo o incluso amenazarlo a muerte; los profesores para evitar estas amarguras y peligros que representa el ser maestro hoy en día prefieren aprobar al educando.
Otro problema derivado de esta reforma se detecta a nivel de bachillerato, es el que se derivó de las flamantes ideas de pedagogos que trabajan para el FMI y para el BID, es la de haber hecho desaparecer de un plumazo materias como las de física, química y biología y sustituirlas por la materia de ciencias naturales. Para un muchacho que aspira estudiar en la universidad, y sobre todo en una universidad con al menos mínimos niveles de exigencia y que además aspiran estudiar carreras que tiene que ver con la física, con la química y la biología, descubre que van con enormes vacios que parecen océanos; océanos que ya en carreras como ingeniería, medicina, química, física.etc les provocan enormes tsunamis, fracasando muchos estudiantes en las primeras de cambio.
A lo anterior se le suman programas como el que se dio en llamar a distancia y ahora “Edúcame”, que han contribuido a engañar más a la población estudiantil, pero que sin embargo les otorgan al final del camino de ese programa el título de bachiller; título con el cual, quiérase o no tienen derecho a continuar sus estudios en una institución de educación superior, aunque no estén capacitados para ello.
En síntesis, la reforma educativa iniciada en 1995 adrede ha “formado” educandos con un pensamiento y una conciencia amputados; manda (dado las aprobaciones masivas) en otras palabras a la universidad no sólo una mayor cantidad de estudiantes que aspiran ingresar a la única alternativa estatal que el Estado Salvadoreño le ofrece a la población de educandos, sino que manda un ejército de educandos cuyas capacidades han sido obturadas adrede por el mismo sistema educativo, que es y ha sido un plan diabólico creado por las estructuras transnacionales como el BM, el FMI y BID.
En otras palabras estas instituciones transnacionales dictan a nuestros países qué deben hacer con el sistema educativo, cómo deben hacer los cambios y en qué dirección deben hacerlos; nuestros sistemas educativos se vuelven laboratorios de experimentación y nuestros educandos en conejillos de experimentación ante los designios de estos monstruos transnacionales.
Los resultados de la reforma educativo de 1995 comenzaron a hacer sus estragos a dos o tres años de iniciada su implementación. Estos estragos profundamente dañinos para el futuro de nuestro país derivan de las líneas administrativas por una parte y filosóficas por otra del currículo de esta reforma educativa.
Dentro de estas líneas se encuentra que ningún educando de primer a tercer grado debería quedar reprobado, aunque no domine las habilidades básicas, como son la lectoescritura y la de las operaciones aritméticas básicas; de cuarto grado hasta bachillerato esta línea adquiere un distinto maquillaje pero con el mismo rostro, un estudiante puede quedar reprobado, pero el educador está en la obligación, al terminar el año escolar darle cursos de refuerzo para que en última instancie termine aprobando. Ante esto último la pregunta básica que se hace el docente es ¿si vale la pena dar estos cursos de refuerzo si por una parte el estudiante terminará pasando y si por otra su sueldo como docente sigue siendo pírrico aunque haga más trabajo?; en vista de este dilema los docentes terminan aprobando al educando aunque no haya dominado las habilidades necesarias para aprobar el curso o el año.
Pero aparte del dilema anterior con que se enfrentan los educadores en El Salvador, es que ellos saben que si se atreven a dictaminar que un determinado educando no está apto para ascender al grado inmediato superior, al día siguiente el padre de familia de ese estudiante, por lo menos le está reclamando a gritos de por qué le “dejo aplazado” al muchacho, o quiere golpear al profesor, demandarlo o incluso amenazarlo a muerte; los profesores para evitar estas amarguras y peligros que representa el ser maestro hoy en día prefieren aprobar al educando.
Otro problema derivado de esta reforma se detecta a nivel de bachillerato, es el que se derivó de las flamantes ideas de pedagogos que trabajan para el FMI y para el BID, es la de haber hecho desaparecer de un plumazo materias como las de física, química y biología y sustituirlas por la materia de ciencias naturales. Para un muchacho que aspira estudiar en la universidad, y sobre todo en una universidad con al menos mínimos niveles de exigencia y que además aspiran estudiar carreras que tiene que ver con la física, con la química y la biología, descubre que van con enormes vacios que parecen océanos; océanos que ya en carreras como ingeniería, medicina, química, física.etc les provocan enormes tsunamis, fracasando muchos estudiantes en las primeras de cambio.
A lo anterior se le suman programas como el que se dio en llamar a distancia y ahora “Edúcame”, que han contribuido a engañar más a la población estudiantil, pero que sin embargo les otorgan al final del camino de ese programa el título de bachiller; título con el cual, quiérase o no tienen derecho a continuar sus estudios en una institución de educación superior, aunque no estén capacitados para ello.
En síntesis, la reforma educativa iniciada en 1995 adrede ha “formado” educandos con un pensamiento y una conciencia amputados; manda (dado las aprobaciones masivas) en otras palabras a la universidad no sólo una mayor cantidad de estudiantes que aspiran ingresar a la única alternativa estatal que el Estado Salvadoreño le ofrece a la población de educandos, sino que manda un ejército de educandos cuyas capacidades han sido obturadas adrede por el mismo sistema educativo, que es y ha sido un plan diabólico creado por las estructuras transnacionales como el BM, el FMI y BID.
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