Monseñor Romero un símbolo de esperanza

Este martes 24 de marzo se cumplirá un aniversario más martirio de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, el cuarto Arzobispo de San Salvador, asesinado por los Escuadrones de la Muerte.

Después de 29 años del asesinato, su palabra y mensajes siguen vigentes y muchas personas le consideran un profeta y mártir, que vivió junto a su pueblo grandes desafíos.

Monseñor Romero fue asesinado por un francotirador durante el oficio de una misa en la capilla de La Divina Providencia, en la colonia Miramonte, al norte de la capital. La Comisión de la Verdad, responsabilizó al Mayor Roberto d’Aubuisson, fundador del partido ARENA, y al capitán Álvaro Saravia, del asesinato.

El crimen conmocionó a toda la sociedad, nacional e internacional, y se dio al inicio del conflicto armado en El Salvador que duró más de 12 años, y causó la muerte de más de 70 mil personas.

Su asesinato ha sido para muchos la muestra de intolerancia de la ultraderecha, que cometió este asesinato a sangre fria, pese a que Monseñor Romero, representaba la más alta jerarquía de la Iglesia Católica salvadoreña.

Y es que su asesinato no bastó para detener la lucha popular, ya que días después de su crimen, durante el funeral, cientos de personas murieron durante un acto de represión militar que masacró a una multitud que se concentraba al frente de catedral para rendir el último homenaje al pastor, en su mayoría mujeres.