EDUCACIÓN: ¿IGUALDAD DE OPORTUNIDADES O POSIBILIDADES?

 Por: Luis Ernesto Parada ex dirigente estudiantil de la Asociación General de Estudiantes Facultad Multidisciplinaria de Occidente AGEFMO. (Periodo 1997-2000).*

Un Pueblo Ignorante es un Instrumento Ciego de su Propia Destrucción 

Simón Bolivar

Tuve la suerte de asistir a un congreso impartido por uno de los docentes más solidarios con el sector estudiantil en el campus universitario de Santa Ana, el licenciado Juan Carlos Escobar Baños, cuya temática era “por una educación crítica”, todo dentro del marco de la primera escuela de verano, dirigida a maestros y maestras de la zona occidental. Para variar la escuela se denominó: Por el derecho
de pensar. Redescubriendo el valor de ser maestras y maestros”.

 Mientras el discurso del Lic. Escobar era una cátedra a la luz de la pedagogía, mi imaginación no voló tan lejos como la de  él, me quedé con los pies en la tierra en nuestra casa de estudios, la UES... fue entonces que me pregunté ¿Dónde está la justicia social a la que nos debemos?, y más aún, ¿Qué debe ser la UES, un proyecto que garantice igualdad de oportunidades o de posibilidades?.

La educación salvadoreña en sus niveles básicos y medio se convierte en un instrumento de control social y por ende de transmisión ideológica, cuyo patrón está basado en el individualismo y la libre competencia (generalmente de posibilidades).

Lo anterior se concreta cuando existen maestras y maestros que, con una voluntad cómoda o mediocre, introducen en su alumnado modos conductuales previamente diseñados en la currícula recibida del Ministerio de Educación, así como libros de texto, metodologías impuestas, etc. etc. etc.

Entonces después de 10 o 12 años, las y los estudiantes de educación básica y media tienen un callejón sin salida, a esa edad no pueden concebir de forma objetiva la realidad por si mismos, no se ubican en un contexto de valores.

Entonces en ese preciso momento el sistema educativo inculca en el educando el amor al orden establecido haciéndolos estáticos e inertes, sosteniendo así, no sólo las pautas de comportamiento, sino lo que es peor aún, las pautas de pensamiento, violentando el derecho de pensar, de crear nuestras soluciones por pequeñas que sean.

Perdón señoras y señores lectores de OPINION ESTUDIANTIL no era mi intención ponerlos frente a la triste realidad del subdesarrollo. Pero la relación que tienen las anteriores reflexiones con la temática expuesta es la siguiente.

Es que la UES se supone que debe presentar, por su especificidad y su quehacer académico científico, una propuesta diferente como proyecto educativo, desde la docencia, la currícula, sus autoridades y la razón de su existencia: LAS Y LOS ESTUDIANTES.

Para muestra un botón, les invito para que observemos cuidadosamente el proceso de selección para estudiantes de nuevo ingreso, detectamos que merodea la estampa del mercantilismo, neoliberalismo y otras yerbas que crecen alrededor del trabajo enseñanza - aprendizaje en la universidad.

Como dicen por ahí, no se hagan “los tarugos”, en la UES desde hace rato se viene repartiendo la inteligencia más abundantemente a favor quienes tienen solvencia socioeconómica. Si hay un examen de admisión no obtendrán mejor nota los bachilleres del bajo Lempa (sí es que quedó alguno) que uno de los colegios acomodados de San Salvador. En todo caso no sería una prueba de admisión, sino de exclusión, porque ha sido desigual la oportunidad del aprendizaje en el proceso de educación media por razones obvias, que van desde la marginación, hasta condiciones no aptas para llevar un proceso de aprendizaje normal y estable.

El examen de selección de la UES no es más que un instrumento legalizado de selectividad que resta posibilidades a los desposeídos, este instrumento pretende, conscientemente o no, eliminar en un alto porcentaje al estudiantado que la misma estructura educativa (básica y media) es incapaz de formar. Y al final la o el aspirante a universitario paga los platos rotos... ¡Ve que vergón!.

SÍ, SEÑORES EN UN ENGAÑO

Mis profesores y profesoras crearon los espacios para que me diera cuenta que no es lo mismo evaluar que medir, calificar, ponderar y todo eso... Un instrumento tan mal intencionado como es el examen de admisión no determina la capacidad de un estudiante.

El proceso de admisión debe de garantizar la igualdad de posibilidades y no de oportunidades, y como dice un duo musical de aquí de Santa Ana “Los Inéditos”, si el resultado de la PAES fue de cinco y fichas, y Francisco Flores de cinco y fichas... ¿Qué podemos esperar?

*Publicado originalmente en la histórica revista Opinión Estudiantil (mayo 1999) órgano informativo de la extinta AGEUS.

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