viernes, 11 de septiembre de 2009

REFLEXIONES DE FIDEL

Reflexiones del compañero Fidel
La conciencia tranquila

(Tomado de CubaDebate)

No habría deseado criticar duramente a una de las empresas dedicadas a la producción de equipos médicos que no obtienen sus ganancias fabricando armas para matar, sino combatiendo enfermedades, sufrimientos y muertes. Por ello, siempre las he tratado a todas con respeto, y me gustaba intercambiar con ellas sobre sus avances científicos.

Algo distinto es pensar con amargura en países que no disponen de esos equipos y, más triste todavía, que un pueblo del Tercer Mundo vea obstaculizados sus esfuerzos por la estúpida medida que un país rico y poderoso le impone al que los fabrica: la suspensión de la entrega de los repuestos para su uso.

Entre Venezuela y Cuba, los especialistas cubanos de Cardiología disponen de 28 Ecocardiógrafos Philips, sin los cuales no es posible un diagnóstico preciso y totalmente seguro. Por cada uno de ellos que no funcione se deja de prestar ese servicio vital a 500 pacientes cada mes.

En nuestra patria las cardiopatías constituyen la primera causa de muerte; en Venezuela sucede más o menos igual. Los desfibriladores son el instrumento por excelencia para sacar a las personas de un paro cardíaco, que puede ocasionarles la muerte si no reciben asistencia urgente. De los 3 553 equipos adquiridos en la Philips, 2 000 eran de ese tipo, utilizados en los Policlínicos de Cuba y en los Centros de Diagnóstico venezolanos de Barrio Adentro.

Los 12 diferentes equipos Philips, adquiridos a un costo de 72 millones 762 mil 694 dólares, eran todos imprescindibles para servicios de alta calidad en Cuba y en los programas Barrio Adentro 1 y 2 de Venezuela, atendidos por médicos y especialistas cubanos. Fueron adquiridos y pagados por nuestro país, según lo acordado.

Los equipos Siemens, con excepción de algunos enviados a Bolivia, prestaban servicio en Cuba y en los dos programas venezolanos. El valor de los adquiridos a esa firma ascendió a 85 millones 430 mil dólares. Además de las dos empresas mencionadas, otras de Europa y Japón suministraron importantes equipos adicionales para los 27 Centros de Diagnóstico de Alta Tecnología de Barrio Adentro 2.

Philips no cuestiona los datos ofrecidos. La suspensión total del suministro de piezas se produce desde fines del año 2006; hasta hoy han transcurrido desde entonces casi tres años.

La firma reconoce que las exigencias del gobierno de Estados Unidos motivaron la paralización de los suministros hasta que en fecha reciente pagó la multa de 100 mil euros, una suma irrisoria si se compara con los 72 millones pagados por los equipos a esa empresa. Teníamos entendido que no existía violación alguna de las normas impuestas al mundo por el imperio. Se trata de equipos médicos, destinados a salvar vidas; no son armas de guerra.

En enero de 2007 el gobierno de Bush nombró a John Negroponte —verdugo del pueblo de Nicaragua en la guerra sucia contra ese país, iniciada en 1981 desde la base yanki de Palmerola en Honduras— subsecretario de Estado. Tenía una historia tenebrosa en las guerras de agresión contra Viet Nam e Iraq. Fue director de la poderosa Agencia Nacional de Inteligencia. Acompañaba al Presidente de Estados Unidos en la Conferencia de la Casa Blanca a mediados de 2007, donde tanto se habló de Educación y Salud. Ambos estaban conscientes de que nuestros especialistas prestaban servicios médicos con los equipos Philips en Cuba y Venezuela. Habían presionado a la firma holandesa y lograron impedir que esta suministrara piezas para esos equipos.

Los programas sociales en Venezuela surgieron como fruto de la Revolución Bolivariana. No necesito encomiar los estrechos vínculos históricos de los dos pueblos y los lazos de hermandad que nos unen.

Expliqué ya la decisión tomada por el presidente Hugo Chávez que dio origen a nuestros programas de cooperación. De él surgió igualmente, a principios de 2007, la idea de añadir el programa Barrio Adentro 3 a los ya existentes, Barrio Adentro 1 y Barrio Adentro 2. En el nuevo programa el costo de los equipos correría por cuenta de Venezuela, y sería atendido por médicos venezolanos.

Conocedor de nuestra experiencia en las negociaciones con las firmas productoras de equipos médicos, y los excelentes precios que alcanzábamos en los suministros por el volumen de la operación, Chávez solicitó a nuestro país adquirir equipos, instrumental e insumos médicos por cientos de millones de dólares. El destino de la inversión era incorporar un importante número de centros hospitalarios a los servicios que venían prestándose al pueblo venezolano en Barrio Adentro 1 y 2. Esto se sumaba al programa de formación en Cuba de miles de jóvenes venezolanos como médicos capaces de prestar servicios en cualquier parte, dentro y fuera del país. Los graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina son una prueba alentadora de su espíritu de sacrificio. En la propia Venezuela contribuíamos a la formación de más de 20 mil estudiantes de Medicina.

Nuestro personal entró de nuevo en contacto con las mejores firmas suministradoras de equipos, componentes y mobiliario médico, con excepción —como es lógico— de las norteamericanas, a las que se les prohíbe totalmente el más mínimo suministro a Cuba.

Aunque los equipos médicos de ese país tienen calidad, sus precios muchas veces son abusivamente altos. En el mercado internacional existen firmas especializadas cuyos equipos están conceptuados como los mejores del mundo. Es perfectamente posible prescindir de los equipos de Estados Unidos, si se desea evitar los riesgos de un criminal bloqueo como el aplicado a Cuba durante 50 años. En los hospitales de Japón, un país cuya población alcanza los más altos promedios de vida, la inmensa mayoría de los equipos son japoneses; el resto, lo importan de Europa o Estados Unidos.

En los países más industrializados de la vieja Europa, donde los índices de salud también son más altos que en Estados Unidos, apenas el 30 por ciento de los equipos proceden de Japón o Estados Unidos. Utilizan preferentemente equipos europeos. Tanto en Japón como en Europa las normas de calidad son mucho más exigentes que en Estados Unidos.

Me satisface observar que la línea seguida por la empresa cubana especializada en la compra de equipos médicos se ajustó rigurosamente a los principios probados en las anteriores compras.

Participaron más de 50 firmas conocidas. Señalaré solo las que compitieron en calidad y precio. El mayor volumen acordado correspondió a la firma alemana Siemens, ascendente a 73 millones 910 mil dólares; Drager: 37 millones 277 mil dólares; Toshiba: 36 millones 123 mil dólares; Nihon Kohden: 30 millones 516 mil dólares. También con las firmas Olympus, Karl Storz, Aloka, Carl Zeiss, Pressure, y otras bien conocidas por nuestros especialistas, se firmaron contratos; todas ellas reflejan el avance revolucionario de la tecnología médica en los últimos 20 años.

Dentro de las normas de calidad y precio, a la empresa holandesa Philips, que fue considerada e incluida entre las principales firmas, habría correspondido la adquisición de equipos por valor de 63 millones 65 mil dólares. Pero coincide esa etapa con la suspensión del suministro de piezas para los equipos de esa empresa ubicados en Cuba y Venezuela; no quedó otra alternativa que suspender la elaboración del contrato.

No todos los equipos del total acordado se han recibido en Venezuela, pero sí una cifra de equipos, instrumentos y componentes cuyo valor se eleva a 271 millones de dólares. Esto implicó un especial esfuerzo por parte de venezolanos y cubanos para desarrollar plenamente el importante programa de Barrio Adentro 3, que complementa y articula uno de los programas sociales más importantes y humanos de la Revolución Bolivariana. Ambos países estamos conscientes de esa obligación.

Por otro lado, nos hemos propuesto realizar el esfuerzo necesario para llevar Barrio Adentro 1 y 2 a niveles no alcanzados jamás, incorporando más de 2 500 estudiantes avanzados de Medicina que se forman en Cuba para que, junto a los especialistas de Medicina General Integral que les imparten clases, se incorporen a Barrio Adentro.

La atención óptima de los pacientes fue siempre la razón de ser de los Consultorios, los Centros de Diagnóstico y demás servicios en los que Cuba participa. La respuesta de los cooperantes cubanos de la salud a la anterior Reflexión ha sido excelente. Con razón ellos afirman que el imperialismo no ganará la batalla contra Barrio Adentro.

En la producción y comercio de armas, destinadas a la guerra y a la destrucción, nadie compite hoy con Estados Unidos. Las dos terceras partes del comercio mundial de armas están en sus manos; son los frutos del Complejo Militar Industrial. Hoy esa potencia imperial no solo consume el 25 por ciento de la energía fósil, con menos del 5 por ciento de la población del mundo; contamina la atmósfera, destruye el medio ambiente, amenaza al mundo con sus armas de exterminio, y es el mayor productor y comerciante de armas. No es, sin embargo, capaz de garantizar la salud a casi el 25 por ciento de su población.

No le cerraremos el paso a ninguna firma que desee producir y comerciar tecnologías médicas. Aceptaremos gustosamente cualquier rectificación. La humanidad tiene problemas muy serios que enfrentar. Ojalá no se produzca un desastre con nuestra especie y muchos podamos tener la conciencia tranquila por haber realizado el máximo esfuerzo para evitarlo.

Fidel Castro Ruz
Septiembre 10 de 2009
3 y 11 p.m.

jueves, 10 de septiembre de 2009

EDITORIAL DE AGEFMO

EDITORIAL.


Los cambios que la universidad necesita se logran con procesos significativos de transformaciones profundas y reales en sintonía con las necesidades mas sentidas de nuestra casa de estudios, los cuales permitan solventar necesidades básicas de los estudiantes, docentes y trabajadores tales como: Aulas en buen estado, facilidad de acceso a la información, servicios sanitarios en buen estado y con adecuado funcionamiento, un ambiente ecológico agradable para el proceso de aprendizaje, entre otras que permitan contar con una infraestructura adecuada y un ambiente idóneo de la universidad.
Pero existen necesidades que para muchos no son perceptibles ni sensibles de forma inmediata, como el desarrollo científico, la idoneidad del docente para dar clases, la investigación social y la proyección social que permita dar soluciones a los problemas mas sentidos de la sociedad salvadoreña y latinoamericana en su conjunto y esto debería pasar por cambios profundos en el método de aprendizaje que utilizan muchos catedráticos en la facultad como lo es la educación bancaria, porque estos en ultima instancias son unos de los generadores de conciencia inmediata que tiene el estudiante universitario que de entrada presenta graves deficiencias desde el bachillerato.
La conciencia colectiva de la comunidad universitaria debería ser científica, critica, propositiva y sensible para permitir el alcance de las metas de la universidad, subjetividad que deberíamos todos adoptar como el pan diario del convivir universitario, pero lamentablemente la universidad perdió, porque alguna vez la tubo, su capacidad para ser ente de cambio, comenzando por un cambio de actitud de cada individuo para con sus semejantes y curarse del virus de la apatía que termina matando la ciencia y la critica constructiva.
La sanidad de la conciencia colectiva solamente se lograra si todos nos unimos para el rescate de nuestra universidad, en donde convengan las diferencias de los que realmente queremos construir una UES pionera en el desarrollo científico, social y personal de Latinoamérica y no solamente unirnos o adicionarnos a movimientos electoreros con la esperanza de obtener algún puesto de trabajo, alguna retribución económica, pasar alguna materia o que nos vendan algunos puntos u otras regalías que se ofertan a cambio de votos.
La unidad es necesaria para el cambio pero solo con una conciencia colectiva científica, critica y humana lograremos rescatar la UES y solventar las necesidades mas sentidas de nuestra alma mater.
Así que la tarea es a unirnos por el cambio, pero siendo realmente revolucionarios en nuestro actuar y pensar, solo así los procesos formativos y transformadores lograran un auge en la querida pero descompuesta Universidad de El Salvador.

DENUNCIAS

Ahora el Ingeniero Alex Calderon del departamento de Ingenieria, que tambien tiene un puesto administrativo ha adoptado la estrategia de chantajear a los alumnos con venta de listas para rifas de las cuales el principal beneficiario es el. Resulta que los estudiantes andan por toda la facultad vendiendo las listas que a cada uno les ha entregado y que se traduciran en puntos adicionales en la materia que les imparte.
Ya le hemos tomado fotocopia a una lista, que por cierto incluso tiene el sello del departamento de ingenieria a ver que opinaran en el tribunal de etica sobre estas practicas.
No es posible que este tipo de docentes se sigan aprovechando de esta manera de la poblacion estudiantil, alguien tiene que hacer algo y no seran precisamente las autoridades de la facultad, porque ellos favorecen este tipo de conductas.
Estudiantes de la facultad, es hora de que despertemos y hagamos realidad el sueño de una Universidad al servicio del pueblo y no al servicio de una banda de ladrones que esta asaltando el patrimonio universitario para beneficio personal y que se aprovecha del comodismo estudiantil, demos inicio a una verdadera actividad de denuncias y desenmascaremoslos, publiquemos todo lo que andan haciendo, pidamos que rindan cuentas de sus actos, exijamos calidad, no permitamos que nos vendan las notas a cambio de rifas cuestionables e ilegales.
Yo me comprometo a convertir en un vigilante de estos hechos y denunciarlos, basta ya de tolerancia e indiferencia.

Simeon Canas

lunes, 7 de septiembre de 2009

MARTIRES DEL 30 DE JULIO


Muertos
Carlos Fonseca
Balmore Cortez Vásquez
Sergio Antonio Cabezas
Napoleón Orlando Calderón
Reynaldo Hasbún
Eber Gómez Mendoza
Roberto Antonio Miranda
José María López
Carlos Humberto Hernández
María E. Miranda
José Domingo Aldana

HUMOR

La cuestionada supremacía estadunidense en América Latina

La cuestionada supremacía estadunidense en América Latina

Noam Chomsky
La Jornada


Estados Unidos fue fundado como un "imperio infante" en las palabras de George Washington. La conquista del territorio nacional fue una gran aventura imperial. Desde los primeros días, el control del hemisferio fue una meta vital.

América Latina ha conservado su primacía en la planeación global de Estados Unidos. Si Estados Unidos no puede controlar a América Latina, no puede esperar "lograr un orden exitoso en otros lugares del mundo", declaró el Consejo Nacional de Seguridad del presidente Richard M. Nixon en 1971, cuando Washington estaba considerando el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende en Chile.

Recientemente el problema del hemisferio se ha intensificado. América del Sur se ha movido hacia la integración, un prerrequisito para la independencia; ha ampliado sus vínculos internacionales y ha empezado a enfrentar sus desórdenes internos, entre los cuales destaca el tradicional dominio de la minoría europeizada pudiente sobre un océano de miseria y sufrimiento.

El problema se agudizó hace un año en Bolivia, el país más pobre de Sudamérica, donde, en 2005, la mayoría indígena eligió a un presidente de sus propias filas, Evo Morales.

En agosto de 2008, después de la victoria de Morales en un referendo, la oposición integrada por elites respaldadas por Estados Unidos se tornó violenta, desembocando en la matanza de unos 30 partidarios del gobierno.

En respuesta, la recién formada Unión de Repúblicas Sudamericanas (Unasur) convocó a una reunión cimera. Los participantes –todos los países de América del Sur– declararon su "pleno y firme apoyo al gobierno constitucional del presidente Evo Morales, cuyo mandato fue ratificado por una gran mayoría".

"Por primera vez en la historia de América del Sur, los países de nuestra región han decidido cómo resolver nuestros problemas, sin la presencia de Estados Unidos", observó Morales.

Otra manifestación: el presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha prometido poner fin al uso por parte de Estados Unidos de la base militar de Manta, la última instalación de ese tipo de Estados Unidos en América del Sur.

En julio, Estados Unidos y Colombia firmaron un acuerdo secreto para permitir a Estados Unidos la utilización de siete bases militares en Colombia.

El propósito oficial es contrarrestar el narcotráfico y el terrorismo, pero altos oficiales militares y funcionarios civiles de Colombia familiarizados con las negociaciones revelaron a la Associated Press "que la idea es hacer de Colombia un centro para las operaciones del Pentágono".

El acuerdo proporciona a Colombia un acceso privilegiado a abastecimiento militar de Estados Unidos, según informes. Colombia ya es actualmente el mayor recipiente de ayuda militar estadunidense (aparte de Israel-Egipto, una categoría separada).

Colombia ha tenido de lejos el peor historial de derechos humanos en el hemisferio desde las guerras centroamericanas de los años 80. La correlación entre la ayuda de Estados Unidos y las violaciones a los derechos humanos ha sido notada desde hace tiempo por académicos.

La Ap citó también un documento de abril 2009 del Comando de Movilidad Aérea de Estados Unidos, en el que se propone que la base Palanquero en Colombia podría convertirse en "locación de seguridad cooperativa".

Desde Palanquero, “casi la mitad del continente puede ser cubierta por un (trasporte aéreo) C-17 sin recargar combustible”, señala el documento. Esto podría formar parte de "una estrategia global en ruta" que "ayude a lograr la estrategia y contribuya a encaminar la movilidad a África".

El 28 de agosto, la Unasur se reunió en Bariloche, Argentina, para analizar la cuestión de las bases militares en Colombia.

Después de un debate intenso, la declaración final subrayó que Sudamérica debe mantenerse como "una tierra de paz" y que fuerzas militares extranjeras no deben amenazar la soberanía e integridad de ninguna nación de la región. E instruyó al Consejo de Defensa Sudamericano que investigue el documento del Comando Aéreo de Movilidad.

El propósito oficial de las bases no escapó a las críticas. Morales dijo haber sido testigo que soldados de Estados Unidos que acompañan a tropas bolivianas dispararon contra miembros del sindicato de cultivadores de coca.

"Así que ahora somos narcoterroristas", continuó. "Cuando no pudieron seguir llamándonos comunistas, nos llamaron subversivos, y después traficantes, y terroristas desde los ataques del 11 de septiembre". Advirtió que "la historia de América Latina se repite".

La responsabilidad final de la violencia en América Latina yace con los consumidores de drogas ilegales en Estados Unidos, dijo Evo Morales. "Si la Unasur enviara tropas a Estados Unidos para controlar el consumo, ¿lo aceptarían? Imposible".

El hecho de que la justificación de Estados Unidos por sus programas antidrogas en el extranjero sea considerada siquiera digna de debate es una ilustración más de la profundidad de la mentalidad imperial.

El pasado febrero, la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y democracia emitió su análisis sobre la "guerra contra las drogas" de Estados Unidos en las décadas pasadas.

La comisión, encabezada por los ex presidentes latinoamericanos Fernando Cardoso (Brasil), Ernesto Zedillo (México) y César Gaviria (Colombia) llegó a la conclusión de que la guerra contra las drogas había sido un fracaso total y exhortó a un cambio radical de política, alejada de medidas de fuerza en lo interno y en el exterior, y hacia medidas mucho menos costosas y más eficaces de prevención y tratamiento.

El informe de la comisión, como estudios previos y los antecedentes históricos, careció de un impacto detectable. Esta falta de respuesta refuerza la conclusión natural de que "la guerra contra las drogas", como la "guerra contra la criminalidad" y la "guerra contra el terrorismo" se libran por razones ajenas a las metas anunciadas, que son reveladas por las consecuencias.

Durante el decenio pasado, Estados Unidos ha incrementado la ayuda militar y el adiestramiento de oficiales latinoamericanos en tácticas de infantería ligera para combatir el "populismo radical", un concepto que, en el contexto latinoamericano, envía escalofríos a la espalda.

El adiestramiento militar está siendo desplazado del Departamento de Estado al Pentágono, eliminando previsiones de derechos humanos y democracia antes bajo supervisión congresional, siempre débiles pero al menos un disuasivo para los peores abusos.

La Cuarta Flota de Estados Unidos, desbandada en 1950, fue reactivada en 2008, poco después de la invasión de Colombia a Ecuador, con responsabilidad para el Caribe, Centro y Sudamérica, y las aguas que la rodean.

Sus "operaciones diversas" incluyen el combate al tráfico ilícito, cooperación de seguridad en el teatro, interacción de militares a militares y adiestramiento bilateral y multinacional, detalla el anuncio oficial.

La militarización de América del Sur se alinea con designios mucho más amplios. En Irak, la información es virtualmente nula acerca de las bases militares de Estados Unidos allí, así que debe suponerse que permanecen para proyección de fuerza. El costo de la inmensa ciudad-en-una-ciudad que es la embajada en Bagdad se elevará a mil 800 millones de dólares al año, de mil 500 millones que se habían estimado.

El gobierno de Obama también está construyendo megaembajadas en Pakistán y Afganistán.

Estados Unidos y el Reino Unido están exigiendo que la base militar de Diego García sea exenta de de la zona libre de armas nucleares de Africa, como lo están las bases de Estados Unidos en zonas similares en el Pacífico.

En pocas palabras, las acciones de "un mundo de paz" no caen en el "cambio en el que puedes creer", para pedir prestado el eslogan de campaña de Obama.

La doble traición de la Philips

Reflexiones del compañero Fidel
La doble traición de la Philips

(Tomado de CubaDebate)

Estados Unidos es el mayor propietario de patentes en el mundo. Ha robado cerebros de todos los países, desarrollados o en desarrollo, que realizan investigaciones en numerosas esferas, desde la producción de armas de exterminio masivo hasta las de medicamentos y equipos médicos. Por ello el bloqueo económico y tecnológico no es algo que sirva solo de pretexto para culpar al imperio por las dificultades propias.

La salud pública es uno de los campos en que nuestro país avanzó más, a pesar de que Estados Unidos sustrajo casi el 50 por ciento de los médicos graduados en la única universidad de Cuba, que ascendían a más de 5 000, muchos de los cuales carecían de empleo.

En esa área se escribió una de las más hermosas páginas de cooperación internacional de la Revolución Cubana, iniciada con el grupo de médicos que se envió a la recién independizada Argelia, hace casi medio siglo. Aquella política no cesó, y en ese campo tan humano nuestro país goza de reconocimiento universal.

Nadie suponga que fue tarea fácil. Estados Unidos hizo lo posible por evitarlo. Durante el tiempo transcurrido realizó el máximo esfuerzo por sabotearla. Aplicó contra Cuba todas las variantes posibles de su criminal bloqueo económico que, más adelante, en virtud de la Ley Helms Burton, adquirió carácter extraterritorial durante la administración de Bill Clinton.

Cuando el campo socialista se derrumbó, y meses después su principal baluarte, la Unión Soviética, se desintegra, Cuba decidió seguir luchando. Ya entonces nuestro pueblo había adquirido un alto nivel de conciencia y cultura política.

En 1992, Hugo Chávez dirige el levantamiento militar contra el gobierno oligárquico burgués del pacto de Punto Fijo, que durante más de tres décadas había saqueado a la patria de Bolívar. Sufre prisión como nosotros. Visita a Cuba en 1994 y años después, con pleno apoyo de su pueblo, alcanza la presidencia e inicia la Revolución Bolivariana.

El pueblo de Venezuela, igual que el de Cuba, tuvo que enfrentar pronto la hostilidad de Estados Unidos, que programó el golpe de Estado fascista del 2002, derrotado por el pueblo y los militares revolucionarios. Meses después sobrevino el golpe petrolero, que fue el momento más difícil, en el cual brillaron de nuevo el líder, el pueblo y los militares venezolanos. Chávez y Venezuela nos brindaron toda la solidaridad en pleno Período Especial, y nosotros les brindamos la nuestra.

Ya entonces nuestro país contaba con no menos de 60 mil médicos especializados, más de 150 mil maestros experimentados y un pueblo que había escrito brillantes páginas internacionalistas. Después del golpe petrolero comenzó el río de nuestros colaboradores para los programas de educación y salud, y cooperaron con la Revolución Bolivariana en uno de los más profundos y rápidos programas sociales que se haya llevado a cabo en algún país del Tercer Mundo.

Cito estos antecedentes porque son indispensables para enjuiciar la perfidia del imperialismo, y comprender el tema que abordo hoy: la claudicación y la traición a Cuba y Venezuela de quien fuera una conocida y relativamente prestigiosa multinacional europea: la transnacional holandesa Philips, especializada en la fabricación de equipos médicos.

Sobre el tema escribí una Reflexión hace dos años, el 14 de julio de 2007, pero no quise mencionar su nombre. Tenía todavía esperanza de que rectificara.

Habíamos cooperado con el pueblo de Venezuela para crear uno de los mejores sistemas de salud. Allí han prestado sus servicios decenas de miles de médicos especializados y otros profesionales cubanos de la salud. El presidente Hugo Chávez, satisfecho con el trabajo de los primeros contingentes que viajaron a Venezuela para laborar en Barrio Adentro —un programa destinado a llevar los servicios de salud a las zonas urbanas y agrícolas más pobres del país—, en una de sus visitas a Cuba nos solicitó la creación de un programa que pudiera beneficiar a todos los sectores de la población venezolana de clase pobre, media o rica. Surgieron así los Centros Diagnósticos de Alta Tecnología; estos complementarían la tarea de los 600 Centros de Diagnóstico Integral que, como policlínicos de amplios servicios, con sus laboratorios y equipos, apoyarían a los consultorios de Barrio Adentro. Un número elevado de centros de rehabilitación asumirían la humana tarea de enfrentar cualquier tipo de incapacidad física o motora.

En virtud de esa solicitud del Presidente, adquirimos los equipos pertinentes para 27 Centros Diagnósticos de Alta Tecnología, distribuidos en los 24 Estados venezolanos, tres de los cuales por su elevada población llevan dos de ellos.

Es norma nuestra contratar siempre el equipamiento médico con las firmas más prestigiosas y avanzadas a nivel mundial. Procuramos incluso que en los suministros de los equipos más complejos participen por lo menos dos de las firmas más especializadas.

De este modo, los equipos más sofisticados y costosos de imagenología, como el Tomógrafo Computarizado Multicorte, la Resonancia Nuclear Magnética, el Ultrasonido Diagnóstico y otros similares fueron adquiridos a la firma alemana Siemens y a la holandesa Philips. Ninguna de las dos produce desde luego todos los equipos, pero sí algunos de los más complejos y sofisticados. Ambas debían competir en calidad y precio. Adquirimos medios diagnóstico de las dos firmas para Venezuela y para Cuba, donde desarrollábamos un plan similar de servicios médicos, que en los años de pleno Período Especial había recibido muy pocos recursos.

En más de 10 especialidades diferentes adquirimos equipos de ambas firmas para los servicios de los dos países. No señalaré los de la firma alemana Siemens, que cumplió sus compromisos. Me limitaré a Philips; esta suministró equipos para 12 especialidades en las que compartió con la otra firma los más importantes y costosos: 15 Tomógrafos de 40 cortes, 28 de Resonancia Magnética Nuclear de 0,23 tesla, 8 Mesas Telecomando para Urología, 37 Ultrasonidos Diagnósticos 3D, 2 Angiógrafos de Neurología, 2 Angiógrafos de Cardiología, 2 Polígrafos, 1 Cámara Gamma de doble cabezal, 3 Cámaras Gamma de simple cabezal, 250 Rayos X móviles, 1 200 Monitores no invasivos y 2 000 Monitores Desfibriladores.

En total 3 553 equipos con un valor de 72 millones 762 mil 694 dólares.

Personalmente participé en las negociaciones de estas compras con las dos firmas.

Los precios discutidos equipo por equipo implicaban importantes reducciones de precio, puesto que se compraban al contado y en cantidades elevadas, uniendo los destinados a Cuba y Venezuela. De otra forma no podrían adquirirse con la urgencia que se requerían, especialmente en ese país, dadas las necesidades acumuladas en los sectores más pobres de su población total, que rebasaba ya los 27 millones de personas.

Estaban destinados los más complejos a los Centros de Alta Tecnología, los menos complejos y abundantes a los Centros Diagnósticos de Barrio Adentro, aunque no eran los únicos a utilizar en esos centros. Casi todos se adquirieron a principios del 2006.

Enfermé gravemente a fines de julio de ese año. La Philips suministró piezas hasta fines del 2006. En el 2007 se detuvo totalmente: ni una sola fue suministrada.

En el mes de marzo de ese año se envió una representación cubana a Brasil, donde estaba la sede de la oficina principal de la firma Philips para América Latina que negoció con Cuba. Comenzaron a explicar sus dificultades. El gobierno de Bush les había exigido la información pormenorizada de los equipos suministrados a Cuba por la firma, alegando que algunos de ellos contenían programas y en ocasiones componentes de patente yanki, y la Philips había entregado la información solicitada acerca de los adquiridos a esa firma para Cuba y Venezuela. Nunca había surgido con ella el menor problema.

El jefe de la Philips en Brasil le dijo textualmente a la representación cubana: "Hay una intransigencia brutal del Gobierno de Estados Unidos en relación a las regulaciones de equipos y las solicitudes de permisos con respecto a Cuba."

"Yo sé que el problema afecta el plan del Comandante. Nuestra organización está afectada y amenazada. Todas nuestras organizaciones tienen mucho miedo". De inmediato repite: "tienen mucho miedo".

Añadieron finalmente que ellos querían cooperar y buscarían fórmulas.

A mediados de julio de 2007, en una llamada Conferencia de la Casa Blanca sobre las Américas, Bush, la Secretaria de Estado y otros líderes del Gobierno de Estados Unidos "hablaron hasta por los codos", según anunciaba la AP, sobre educación y salud. Parecía irreal. Prometían repartir salud por América Latina.

Pusieron énfasis en el Confort, un viejo portaaviones convertido, según él, en "el mayor barco hospital del mundo", que visitaría por 10 días cada país de este hemisferio al Sur de Estados Unidos. Ese era su programa de salud. Lo que no dijo es que estaba saboteando en Venezuela el programa de salud más serio que se había propuesto nunca en un país del Tercer Mundo.

A pesar de la coincidencia en fecha no quise abordar directamente en ese momento el problema de la Philips. Esta había prometido en marzo resolver el problema. Tenía todavía esperanza de que rectificara.

Me limité a escribir en esa misma Reflexión: "El problema es que Estados Unidos no puede hacer lo que hace Cuba. En cambio, presiona brutalmente a firmas productoras de excelentes equipos médicos suministrados a nuestro país, para impedir que repongan determinados programas computarizados o alguna pieza de repuesto que tienen patentes de Estados Unidos. Puedo citar casos concretos y el nombre de las firmas. Es repugnante... "

A pesar de la solemne promesa de la Philips a Cuba, transcurrió el resto del año 2007, los 12 meses del 2008 y casi la mitad del 2009 sin que una sola pieza de los equipos llegara de esa firma.

En junio de 2009, después de pagar una multa de 100 mil euros al Gobierno de Barack Obama, no muy apartado de las normas de su ilustre predecesor, la Philips se dignó comunicar que pronto suministrarían las piezas de sus equipos a Cuba.

Nadie en cambio ha resarcido a los cubanos, ni a los pacientes venezolanos de nuestros médicos de Barrio Adentro y de los que acuden a los Centros Diagnósticos de Alta Tecnología, por el daño humano ocasionado.

Como es lógico, no hemos adquirido un solo equipo más de la Philips desde la última compra a principios de 2006.

Por otro lado, hemos cooperado con Venezuela en la compra de cientos de millones de dólares de equipos médicos para su red nacional de salud, en un variado surtido de equipos sofisticados de alta tecnología procedentes de otras firmas europeas con prestigio, y también japonesas. Deseaba creer que esa firma haría un esfuerzo por cumplir.

Venezuela posee así en su red hospitalaria estatal modernísimos equipos; las más ricas clínicas privadas solo podrían adquirir algunos de ellos. Todo lo demás dependerá ahora de la eficiencia que el país pueda alcanzar en sus servicios. El Presidente de Venezuela está seriamente interesado en lograr ese objetivo. Estimo que haría muy bien si mitiga el hábito venezolano de adquirir equipos médicos norteamericanos, no por su calidad, que es buena, aunque con normas menos exigentes que las de Europa, sino por la entraña de la política de ese país, capaz de bloquear el suministro de piezas como hizo con Cuba.

Desde luego que a los Centros de Diagnóstico de Venezuela, los de Alta Tecnología y otros atendidos por nuestros médicos, hemos enviado equipos de marcas reconocidas en el mundo como las mejores en su especialidad como Siemens, Carl Zeiss, Drager, SMS, Schwind, Topcon, Nihon Kohden, Olympus y otras de Europa y Japón, algunas de las cuales se fundaron hace más de 100 años.

Ahora que la Patria de Bolívar, a la que Martí pidió servir, está más amenazada que nunca por el imperialismo, la organización, el trabajo y la eficiencia de nuestro esfuerzo deben ser mayores que nunca, y no solo en el sector de la salud, sino también en todos los campos de nuestra cooperación.

Fidel Castro Ruz
Septiembre 6 de 2009
7 y 17 p.m.

domingo, 6 de septiembre de 2009

REFLEXION DE FIDEL

El fin no justifica los medios

(Tomado de CubaDebate)

Las noticias directas procedentes de Estados Unidos en ocasiones producen indignación y a veces repugnancia.

Desde luego que en los últimos tiempos gran número de ellas se referían a los problemas asociados a la grave crisis económica internacional y sus consecuencias en el seno del imperio. No son, por supuesto, las únicas referentes a ese poderoso país. Cualquier página del grueso volumen de noticias procedentes de un continente, región o país del mundo, por lo general está relacionada con la política de Estados Unidos. No hay punto del planeta donde no se experimente la avasalladora presencia del imperio.

Como es lógico, durante casi diez años las noticias sobre sus brutales guerras ocuparon importantes espacios de la prensa y más aún cuando estaba de por medio una elección presidencial.

Nadie sin embargo había imaginado que en medio del drama de las guerras de conquista aparecieran las noticias sobre cárceles secretas y centros de tortura, un bochornoso y bien guardado secreto del Gobierno de Estados Unidos.

El autor de la grotesca política que condujo a ese punto había usurpado la presidencia de Estados Unidos en las elecciones de noviembre del 2000, mediante fraude electoral en el estado sureño de la Florida donde se decidió la contienda.

Después de usurpar el poder, W. Bush no solo arrastró al país a una política de guerra, sino que dejó de suscribir el Protocolo de Kyoto, negando al mundo durante 10 años, en la lucha por el medio ambiente, el apoyo de la nación que consume el 25 por ciento del combustible fósil, lo que puede ocasionar a la especie humana un daño irreparable. Ya el cambio climático está presente en el incremento mundial del calor, que los pilotos de aviones ejecutivos pueden observar a través de los tornados de creciente fuerza que se forman desde las primeras horas de la tarde en sus rutas tropicales y pueden ser motivo de peligro para sus modernos Jets. Están todavía por conocerse las causas del accidente del avión de Air France que se desintegró en pleno vuelo.

Nada sería comparable con las consecuencias del descongelamiento de la enorme masa de agua acumulada sobre el continente antártico, sumada a la que se derrite sobre Groenlandia. Mi punto de vista acerca de la responsabilidad que cae sobre Bush, lo sostuve en reciente encuentro con el cineasta norteamericano Oliver Stone al comentarle su filme: "W", referido al penúltimo Presidente de Estados Unidos.

Me limito a señalar que después de los errores y horrores políticos de George W. Bush, el ex vicepresidente Cheney, que fue su consejero, enarbola la idea de que las torturas ordenadas a la CIA para obtener información estaban justificadas por cuanto salvaron vidas norteamericanas gracias a la información obtenida por esa vía.

Desde luego que no salvó las vidas de los miles de norteamericanos que murieron en Iraq, ni las de casi un millón de iraquíes, ni los que en número creciente mueren en Afganistán. Tampoco se sabe cuáles serán las consecuencias del odio acumulado por los genocidios que se están cometiendo o pueden cometerse por esas vías.

Se trata, entiéndase bien, de un problema elemental de ética política: "el fin no justifica los medios". La tortura no justifica la tortura; el crimen no justifica el crimen.

Tal principio se debatió y se sostuvo durante siglos. En virtud de él la humanidad ha condenado todas las guerras de conquista y todos los crímenes cometidos. Es de suma gravedad que el más poderoso imperio y la más colosal superpotencia que haya existido nunca proclame tal política. Más preocupante aún no es solo que el ex vicepresidente y principal inspirador de tan pérfida política la proclame abiertamente, sino que un elevado número de ciudadanos de ese país, tal vez más de la mitad, la apoye. En ese caso, sería una prueba del abismo moral al que puede conducir el capitalismo desarrollado, el consumismo y el imperialismo. De ser así, debe proclamarse abiertamente y pedir opinión al resto del mundo.

Pienso, sin embargo, que los ciudadanos más conscientes de Estados Unidos serán capaces de librar y ganar esa batalla moral a medida que comprendan la dolorosa realidad. Ninguna persona honesta en el mundo desea para ellos, o cualquier otro país, la muerte de personas inocentes, víctimas de cualquier forma de terror, venga de donde venga.

Fidel Castro Ruz
Septiembre 2 de 2009
7 y 34 p.m.