José Ramón de la Torre, renunció el viernes 11 de febrero a su cargo en medio de un paro estudiantil y de profesores, y luego de casi un año de gestión, que estuvo marcada por huelgas y conflictos.
La renuncia parece haber sido precipitada por la petición que por escrito hizo De la Torre a la jefatura de la Policía de que retirara los efectivos policiacos del campus ante el temor de que provoquen un derramamiento de sangre, según reveló en conferencia de prensa la Asociación Puertorriqueña de Profesores universitarios (APPU).
“Lamento informarle que por serias razones de carácter familiar me veo obligado a presentarle mi renuncia irrevocable al cargo de Presidente de la Universidad de Puerto Rico, que con tanto amor, orgullo y sacrificio he ocupado hasta hoy”, señaló De la Torres en carta que envió a la presidenta de la Junta de Síndicos, Ygrí Rivera. En la carta añade que “le ruego que mi renuncia sea efectiva inmediatamente”. Sin embargo, en declaraciones a la prensa hecha en la tarde, Rivera había negado la renuncia de De la Torre y reiteró que éste gozaba de la confianza de ella y el cuerpo que preside.
De la Torre deja el cargo cuando casi se cumplen dos meses de una huelga universitaria en el principal campus del país, el mismo donde estudió.
El ahora ex presidente de la UPR, nombrado en el cargo el 28 de enero de 2010 por la Junta de Síndicos, en los casi 12 meses a la cabecera del principal centro docente del país debió afrontar dos huelgas universitarias (la primera, en mayo; la segunda, ahora en diciembre y que aún se mantiene) y un déficit de 136 millones de dólares.
En buena medida ese déficit fue causado por el impacto de la Ley 7 en la merma de ingresos a la universidad, al excluir varios renglones de los ingresos que por fórmula deben allegarse al centro universitario. De la Torre y el liderato de la Junta de Síndicos no defendieron el presupuesto universitario y por el contrario, determinaron recortes presupuestarios y la imposición de una cuota de 800 dólares a los estudiantes, que estos rechazaron y resistieron con protestas, paros y una huelga.
Otro hecho nefasto fue la determinación de la Junta de Síndicos avalada por De la Torre de aceptar y permitir la presencia policíaca dentro de los recintos, llegando incluso a justificar las agresiones y actuaciones de la Fuerza de Choque en los campus de la UPR y la represión en contra de las manifestaciones estudiantiles.
El anuncio de la dimisión de De la Torre fue recibido con euforia por quienes se encuentran protestando frente al acceso principal del recinto de Río Piedras.
Arturo Ríos, representante de los estudiantes ante la Junta Universitaria del recinto de Río Piedras, dijo que el académico “no supo lidiar con la problemática”. “No tenía carácter ni fuerza para llevar a la UPR al estado que se merece. Con él en la presidencia hubo represalias y ataques violentos. Su salida va en dirección al pedido de la comunidad, aunque no va a resolver la problemática fiscal. Sí es posible que venga una persona más capacitada”, afirmó.
Mientras, otro de los portavoces universitarios, Waldemiro Vélez Soto, opinó que “esto se resuelve con diálogo, pero los estudiantes seguiremos en pie de lucha por la cuota y la reforma universitaria”.
Fuente: Diario Claridad Puerto Rico.
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